Ell 21 de noviembre de 2019, con un llamado a misionar “a tiempo y a destiempo” y manifestando su deseo de que en “la misión permanente se refleje cada vez más la Iglesia en salida misionera”, Mons. Faustino Armendariz, 10º Arzobispo de Durango, realizó su profesión de fe en la Catedral, en presencia del nuncio apostólico en México, Franco Coppola y ante la presencia de cientos de fieles y autoridades religiosas y civiles, y tomó posesión de su cargo, luego de que fuera elegido por el Papa Francisco para ocupar dicha sede
UNA IGLESIA EN SALIDA MISIONERA
Tras realizar su profesión de fe en la Catedral de Durango, Mons. Faustino Armendáriz, quien es además Asesor Eclesiástico del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), y se desempeñaba hasta ahora como obispo de Querétaro, afirmó: “vengo a Durango como discípulo misionero, sin otra pretensión que la de hacer mío el mandato misionero que nos dejó Jesús antes de subir al Cielo, de ir y hacer discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que el Señor nos ha mandado”.
Recordó que como Iglesia particular se preparan con un año jubilar para la celebración del cuarto centenario de la erección canónica de la Arquidiócesis de Durango, y agradeció a cada uno de los asistentes, su compañía
Se comprometió asimsmo a consolidar el Plan Diocesano de Pastoral, consciente de que lo que se ha hecho hasta ahora “es fruto maduro del análisis y estudio de mucha gente a la luz del evangelio de Jesucristo, desde la realidad que el mundo moderno enfrenta”.
Añadió que seguirá promoviendo “una pastoral orgánica de conjunto, teniendo en cuenta el magisterio y las directrices del Romano Pontífice, que nos apremia con insistencia a “ser cada vez más una Iglesia en salida misionera”.
De igual modo, manifestó que es su propósito implementar los lineamientos y directrices que los obispos mexicanos asumieron en el Proyecto Global de Pastoral, de cara a los dos mil años de la redención y los 500 años del Acontecimiento Guadalupano.
Mons. Armendáriz agregó que será necesario “afianzar un camino pastoral sumamente anclado en una espiritualidad de la comunión y de la sinodalidad, “que se refleje cada vez más en una Iglesia en salida misionera”.
Finalmente, invitó y animó a los jóvenes a que juntos asuman “el desafío de salir a misionar a tiempo y a destiempo. Ahí donde muchos de ustedes ya se encuentran, necesitamos con urgencia gritar que Jesús está vivo, que quiere salvarnos; “su creatividad y alegría juvenil es un tesoro que les invito para que lo pongan al servicio de la vida, de la familia y de la paz”; en las carreteras digitales que ustedes a diario practican están sentadas muchas personas que piden y necesitan les anunciemos la verdad del amor y la vida”.
El nuevo arzobispo de Durango, fue llamado al episcopado en 2005 y ha sido pastor de las diócesis de Matamoros y Querétaro.
Mons Faustino Armendáriz nació el 23 de julio de 1955 en Magdalena de Kino, Sonora. Después de los estudios a nivel secundaria, ingresó al seminario menor de Hermosillo prosiguiendo sus estudios sacerdotales en Sonora y Guadalajara. Ordenado en septiembre de 1982 por Mons. Carlos Quintero Arce, el nuevo arzobispo realizó estudios especializados en Sagrada Escritura y Ciencias Bíblico-Orientales.
Su trabajo pastoral conjugó la docencia, la formación de los futuros sacerdotes, la atención espiritual de grupos laicales y el trabajo parroquial. Destaca la fundación del Instituto Católico Bíblico de Hermosillo y de las labores de gobierno al desempeñarse como vicario general de la arquidiócesis de Hermosillo.
El 4 de enero de 2005 fue designado como 4ª Obispo de Matamoros y, posteriormente, Benedicto XVI le designó como 9º obispo de Querétaro, el 20 de abril de 2011.
En Octubre de 2017, al ser elegido México, en el 16º Encuentro Interamericano de Movimiento de Cursillos de Cristiandad, celebrado en Talca, Chile, como país responsable del Comité Ejecutivo del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC), es designado como Asesor Eclesiástico del Organismo Mundial, tarea que ha asumido con gran entusiasmo y compromiso, y en la cual sus preocupaciones han estado centradas en un ferrea defensa del “Carisma Original” del Movimiento, en asegurar la mas plena fidelidad al Evangelio, a la Iglesia, al Estatuto aprobado por la Santa Sede para el Movimiento y a las “Ideas Fundamentales del MCC” y a combatir cualquier desviación que pueda impedir el cumplimiento de la finalidad última de los Cursillos, esto es “fermentar de Evangelio los ambientes”